Componentes de Solano asistieron a la "Marcha a la Base Aérea conjunta de EEUU y España de Morón de la Frontera", como acto de protesta englobado en las diversas actividades que se desarrollarán en Sevilla, coordinadas por el Foro Social, en respuesta a la Cumbre de ministros de Defensa de la OTAN que tendrá lugar en Sevilla los días 8 y 9 de febrero.
Componentes de Solano asistieron a la "Marcha a la Base Aérea conjunta de EEUU y España de Morón de la Frontera", como acto de protesta englobado en las diversas actividades que se desarrollarán en Sevilla, coordinadas por el Foro Social, en respuesta a la Cumbre de ministros de Defensa de la OTAN que tendrá lugar en Sevilla los días 8 y 9 de febrero.
Aquí disponeis de algunas fotos de la manifestación y del manifiesto leído al final de la misma (y para más información sobre los distintos actos que tendrán lugar en Sevilla los próximos dias http://www.forosocialsevilla.org/) :
Manifiesto de personalidades contra la OTAN y la reunión de ministros de Defensa en Sevilla el 8 y 9 de febrero de 2007
Ante la reunión de ministros de Defensa de la OTAN que está previsto que se celebre en Sevilla los días 8 y 9 de febrero, nos sentimos en la obligación de recordar a la ciudadanía lo que significa hoy la Alianza Atlántica. La lamentable e interesada pervivencia de ésta responde ante todo al propósito de perfilar un poderoso instrumento militar siempre al servicio de los intereses de las grandes potencias occidentales y, con ellas, de las empresas transnacionales que estas últimas han perfilado. En tal sentido, la OTAN es el brazo militar de la globalización capitalista y se engarza a la perfección en un formidable aparato de rapiña y represión en el que se dan cita también instituciones como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.
En los últimos quince años, la consolidación de la OTAN ha tenido consecuencias nefastas en todos los ámbitos. Así, la Alianza Atlántica
ha pervivido como instrumento central de despliegue de la lógica imperial que abraza Estados Unidos, como obstáculo decisivo para que la Unión Europea busque otros horizontes y como estímulo indisimulado para que, al amparo de la propia UE, se asiente el proyecto de una Europa fortaleza;
ha desarrollado activas operaciones de injerencia y agresión, como lo testimonian hoy en día los ejemplos de Afganistán y, bien que con la OTAN en papel secundario, el propio Iraq. Tales operaciones nunca se han encaminado a defender, como a menudo se ha sugerido al calor del mito del intervencionismo autodenominado humanitario, los derechos humanos, sino, antes bien, a imponer la férula occidental en espacios muy codiciados. De manera llamativa, y por citar un ejemplo entre muchos, no consta que en momento alguno la OTAN haya movido su formidable maquinaria para garantizar los derechos inalienables del pueblo palestino;
ha asumido un progresivo ensanchamiento de sus áreas geográficas de operación, con el evidente objetivo de ganar terreno en regiones geoestratégica y geoeconómicamente vitales entre las cuales despunta, naturalmente, el Oriente Próximo. En tal sentido, la OTAN no ha dudado en apuntalar las posiciones correspondientes al principal aliado occidental, el Estado de Israel, en ese espacio geográfico;
ha acometido también interesadas ampliaciones en la Europa central y oriental, guiadas por el designio de mejorar la posición propia y de arrinconar, con toda evidencia, a eventuales rivales;
ha configurado un estímulo poderosísimo para el crecimiento del gasto militar, para el freno en las conversaciones de control de armamentos y para el asentamiento de fórmulas que, en muchos países, ninguna relación guardan ni con la democracia ni con los derechos humanos;
de la mano de los acuerdos que adoptó en 1999 —en virtud de los cuales la OTAN señaló que en adelante sus acciones militares no tendrían por qué vincularse con resoluciones específicas del Consejo de Seguridad—, ha contribuido significativamente, en fin, al descrédito del sistema de Naciones Unidas.
Por todo lo anterior, sobran las razones para exigir que el Estado español abandone la Alianza Atlántica y que su gobierno proceda a denunciar los convenios de defensa hispano-norteamericanos y demande el desmantelamiento de las bases de utilización conjunta, como sobran los motivos para reclamar la inmediata disolución de la OTAN y, con ella, el final de las guerras de agresión por esta última acometidas al servicio de la globalización capitalista.
La otan es un atentado a la soberania del pueblo andaluz y una amenaza para la paz en el mundo , que nos lo digan cuando hai guerra y vuelan sobre el viso .
FUERA BASES DE ANDALUCIA YA
¿Algeciras?, ufff, eso si que es fuerte.
Se calcula que han sido más de 10.000 personas las que se han ahogado huyendo del hambre y la miseria, entre Algeciras y la costa norteafricana.
También es tremendo lo del triángulo de Algeciras (Gibraltar - Morón - Rota), una zona nuclearizada por EE.UU y Gran Bretaña al servicio del terrorismo imperialista.
todo muy bonito, pero de Algeciras ni pio.