El Parque de La Muela se convirtió, tal como avisamos, en el objetivo de otra de nuestras actividades. Ya hemos perdido la cuenta de veces que hemos tenido que llamar la atención sobre los daños que, por acción u omisión, se le producen. Y es una pena.
El Parque de La Muela se convirtió, tal como avisamos, en el objetivo de otra de nuestras actividades. Ya hemos perdido la cuenta de veces que hemos tenido que llamar la atención sobre los daños que, por acción u omisión, se le producen. Y es una pena. Una pena porque este parque es un lugar maravilloso. Un lugar donde pasear se puede convertir en un gozo. Donde cambiar las prisas por los cantos de aves. Donde cambiar el agobio por la tranquilidad. Las caras largas por sonrisas. La inquietud por satisfacción.
Los árboles que se han plantado durante estos años son el fruto del esfuerzo de mucha gente que se ha volcado con ilusión en este parque. Gente de nuestro colectivo, como Reyes o Pepe Vázquez (por citar a dos), gente de otras asociaciones, gente de partidos políticos, particulares, etc. Visueños y visueñas, al fin y al cabo, que han luchado y luchan por cambiar el gris por el verde. Hay otros que todavía tienen que cambiar el chip…esperemos que lo hagan. Que se den una vuelta por el parque, un día tranquilito, y ya verán como terminan enamorados también del verde.