Eran tiempos de miseria, tiempos de grandes desigualdades, tiempos de violencia, pero también tiempos de esperanzas. Numerosos grupos sociales, sindicales y políticos luchaban y soñaban con poner fin a tantas injusticias. Las huelgas y las protestas se suceden. En El Viso del Alcor dejó huella, años atrás, la Huelga de las Corchas. R.B.O., de 84 años nos describe lo que ocurrió: “Habían convocado una huelga en el campo reivindicando unas mejoras salariales. La UGT de nuestra localidad no la secundó. Como consecuencia de ello vino un piquete de anarquistas de Carmona y le dieron una paliza a los visueños que estaban trabajando en la campaña de la aceituna”.
La presión de las organizaciones empieza a dar sus frutos: se consigue una legislación más favorable a los obreros agrícolas que mejora sus condiciones laborales y de vida. Según R.D. “Para paliar el paro en nuestra localidad, los sindicatos controlaban el reparto del empleo, informaban al Ayuntamiento de los parados existentes y éste les tenía que buscar faena, según el oficio de cada cual, en empresas y fundamentalmente en el campo. A estas personas coyunturalmente desempleadas les llamaban los repartíos. Una vez mandaron a uno que había dicho que era panadero a mi panadería y no sabía ni...”. La reforma agraria se convierte en una idea fuerza que moviliza a mucha gente. El Golpe de Estado del 18 de Julio buscaba desactivar este movimiento, doblegar la resistencia para facilitar la explotación, mediante la destrucción de las organizaciones políticas y sindicales de defensa de los obreros y jornaleros.
Del 18 al 24 de Julio. Contestación al golpe de Estado en El Viso del Alcor.
El primer gran impacto en la conciencia de los visueños sobre la gravedad de lo que estaba aconteciendo se produce el mismo 18 de julio por la tarde. Un camión y un coche descapotable con milicianos armados, provenientes de la CNT de Alcalá, paran en El Viso, cerca del Bar Sequía y arengan a la población. Se dirigen a Carmona con la intención de formar una columna para ir a combatir a los golpistas.
Las organizaciones visueñas de izquierda deciden también contestar al golpe de estado y hacer todo lo posible para que las fuerzas golpistas no tomaran nuestro pueblo. No sabemos a ciencia cierta si aquí se llegó a constituir el Comité Revolucionario Local como sucedió en la mayoría de las localidades en los primeros días del golpe. Lo que si sabemos, según los testimonios obtenidos en las entrevistas realizadas, es que la respuesta fue unitaria y siguiendo prácticamente las mismas pautas que en otros pueblos. Para impedir que algunas camionetas del ejército franquista llegaran a nuestro pueblo y se hicieran con el poder, montaron guardias y cortaron la carretera mediante barricadas hechas con árboles. Varios testigos recuerdan como “El Lagarto” cortó un gran árbol a la altura de la Huerta Rabichi.
“Haciendo guardia, esperando al enemigo”
-“¿Qué haces ahí con una escopeta?” le preguntó Mercedes "la Japona" (por entonces una niña ajena a lo que estaba pasando) a un conocido. -“Haciendo guardia, esperando al enemigo”- le contestó el militante republicano.
Las organizaciones de izquierdas acuerdan establecer servicios de guardia en los accesos a nuestra localidad con calabozos, hachas, chivatas, escopetas, palos, etc... De esta ingenua forma un centenar de jóvenes visueños, militantes de distintas organizaciones, participan juntos en estas guardias. Se reparten en varios puntos: final de la Calle El Tren y carretera (a la altura del Bar Mesón y de la Huerta Rabichi). El PCE y la CNT piden a sus militantes y afiliados que lleven a sus sedes armas blancas y de fuego para organizar la defensa. Un militante de entonces, F.R.L., nos recuerda como él mismo llevó un calabozo a la sede del PCE ubicada en el Palacio. Otros testimonios (Manuel R. y Josefa V. R.) aseguran que dos camionetas con militantes de izquierdas, entre los que iba uno que después se cambió de chaqueta, se dedicaron a requisar armas por las casas, especialmente las que poseían las personas de derecha, para que no se pudieran sumar a las fuerzas golpistas.
Esta narración me llena de alegría, no por lo que pasó, sino por que podáis contarla.
Para algunas personas debe quedarles claro lo que se pretende con la Memoria Histórica.
Yo soy algo mayor y jamás se me contó esta historia. Esto y otras muchas cosas que aprendí se las debo a Solano. Gracias