Se acerca el 8 de marzo, Día Internacional de la mujer trabajadora y la ley de igualdad sigue en trámites de su aprobación.
Situaciones de acoso, de desigualdad y de no corresponsabilidad de las actividades domésticas siguen perpetuándose en nuestro país.
No hay más que visitar a nuestros vecinos europeos para darse cuenta de la precariedad y desigualdad laboral de la que somos objeto las mujeres.
Sólo a modo de recordatorio, decir que la tasa de ocupación femenina esta 18 puntos por debajo de la masculina y que en regiones como Galicia la tasa de desempleo femenina se sitúa en el 13,27%, duplicando a la de los varones.
Hay que recordar también que la feminización de determinados nichos laborales conlleva en este país, la estigmatización y la bajada de salario.